Abogados penalistas en Bizkaia

Nuestro cliente estaba acusado como autor de un delito de robo con fuerza en las cosas en establecimiento abierto al público solicitándose por ello la condena a tres años de prisión así como la correspondiente indemnización por responsabilidad civil derivada de tal delito.

Existían múltiples pruebas de cargo tales como una grabación de las cámaras de vigilancia del local en el que se observaba al autor de los hechos entrando en el lugar en que se produjeron, varios testigos, uno de los cuales identificó a nuestro cliente como la persona que salía en la mencionada grabación y un policía que, tras ver las imágenes, identificó también a nuestro cliente como el protagonista de las mismas.

Las cosas pintaban muy mal pero, gracias a la experiencia, profesionalidad y dedicación de nuestro equipo, que estudió con detalle el expediente judicial y analizó cada evidencia con el claro objetivo de eliminar su eficacia probatoria, finalmente en el juicio conseguimos poner en evidencia a los testigos y, alegando, además, lo cuestionable de la identificación que se había practicado de nuestro cliente y que la persona que aparecía en la grabación llevaba puesta una mascarilla que ocultaba parcialmente su rostro, logramos una sentencia absolutoria con todos los pronunciamientos favorables.

El cliente contactó con nosotras en un estado de absoluto desasosiego puesto que le acusaban de un delito de robo con violencia y la condena solicitada para él era de dos años y seis meses de prisión a sustituir por la expulsión del territorio nacional y prohibición de entrar en España por tiempo de cinco años, por ser extranjero en situación irregular; además de una indemnización por responsabilidad civil de 640 € y las costas del procedimiento.

La víctima y una testigo de dicho robo le habían señalado con rotundidad ante la policía como el autor de los hechos denunciados y la policía dejaba constancia en el atestado de que efectivamente la descripción previamente facilitada coincidía con las características de nuestro cliente.

Nuestro defendido se jugaba la expulsión del territorio nacional en el que venía residiendo con su familia desde hacía años sin posibilidad de volver durante un largo periodo, cosa que finalmente no sucedió gracias al trabajo de nuestro equipo, que durante el juicio no sólo consiguió desacreditar a víctima y testigo sino que, además, presentó varios testigos de descargo que declararon encontrarse con el acusado en el momento de los hechos denunciados, siendo imposible que el autor de los mismos fuera él. Con la Sentencia absolutoria en la mano, nuestro cliente pudo, por fin, dormir tranquilo.

Nuestro cliente, absuelto de un delito de quebrantamiento de medida cautelar por falta de prueba del conocimiento de la condena vigente. El Juzgado de lo Penal nº 2 de Bilbao ha dictado sentencia absolutoria para nuestro defendido, acusado de quebrantar una orden de alejamiento en vigor. La Fiscalía solicitaba una pena de un año de prisión por un presunto delito de quebrantamiento del artículo 468.2 del Código Penal.

Gracias a la estrategia procesal de nuestro equipo, se demostró que no constaba acreditado que el acusado hubiera sido debidamente notificado sobre la liquidación y vigencia concreta de la medida cautelar en el momento de los hechos. Además, se acreditó que la persona protegida no residía en el domicilio objeto de la orden en esa fecha, lo que generaba dudas razonables sobre si se trataba efectivamente de su residencia habitual.

La defensa argumentó con éxito un error sobre el elemento del tipo penal, esto es, que el acusado actuó sin conocer con certeza que estaba quebrantando la resolución judicial. Este planteamiento fue acogido por la magistrada, quien estimó que no podía probarse el dolo exigido por el tipo penal, y que incluso un posible error vencible sobre el domicilio no conllevaría responsabilidad penal al no estar prevista la modalidad imprudente del delito. Resultado: ABSOLUCIÓN del cliente y no imposición de costas.

Logramos la absolución de nuestro cliente de los delitos de maltrato habitual y amenazas en el ámbito de la violencia de género. En un procedimiento seguido ante el Juzgado de lo Penal nº 6 de Bilbao, nuestro cliente fue acusado de tres delitos: maltrato habitual, amenazas y vejaciones injustas. La acusación particular y el Ministerio Fiscal solicitaban importantes penas de prisión, medidas de alejamiento y prohibición de comunicación. Gracias al trabajo riguroso de nuestro equipo, conseguimos demostrar en juicio que no existían pruebas suficientes para sostener los dos delitos más graves:

● El delito de maltrato habitual fue descartado por el juez, al considerarse que no había indicios objetivos suficientes, más allá del testimonio de la denunciante, para acreditar una conducta sostenida de violencia o control psicológico.

● En cuanto al delito de amenazas, se rechazó que las expresiones empleadas por el acusado tuvieran el carácter de amenaza penalmente relevante, al no implicar un mal futuro, determinado y dependiente de su voluntad.

Finalmente, el acusado fue condenado únicamente por un delito leve continuado de vejaciones injustas, recibiendo una pena proporcional de 15 días de trabajos en beneficio de la comunidad y una medida de alejamiento de 6 meses. Además, se logró que la orden de protección previamente dictada quedara sin efecto inmediato, incluso antes de que la sentencia fuera firme.